El Centro Geriátrico Borja tiene como misión la prestación de servicios socio-sanitarios especializados mediante una atención personalizada, integral y de calidad a todas las personas residentes y usuarias, fundamentada en los principios y valores del humanismo cristiano.
La visión de Centro Geriátrico Borja es la de promover y consolidar una organización socio-sanitaria de calidad con capacidad de adaptación y crecimiento, y que pueda dar respuesta a la necesidad de una atención holística de las personas mayores.
Ser un referente en la Marina Alta por su proactividad en el desarrollo de un modelo de atención que se centre en la persona, dignificándola, empoderándola y aumentando su autonomía en su proyecto de vida. Desarrollar proyectos innovadores y prestar servicios de calidad. Construir una organización eficiente, flexible y transparente formada por profesionales altamente capacitados y polivalentes. Alcanzar una financiación estable, equilibrada y sostenible. Buscar la mejora continua de nuestros servicios, de nuestra calidad de vida y de las personas beneficiarias de nuestro trabajo, con capacidad de adaptación al cambio y abierta a la coordinación de esfuerzos y recursos con otras organizaciones públicas y privadas.
√ COMPROMISO Y SOLIDARIDAD. Es el modo de hacer efectiva la necesidad de mejorar y humanizar nuestra sociedad, identificándonos con la filosofía del sector no lucrativo.
√ ATENCIÓN INTEGRAL, a través de programas asistenciales que cubren todas las necesidades de las personas residentes y usuarias, con especial atención a las dimensiones física, psíquica, social y espiritual, con un comportamiento ético y transparencia en las actuaciones.
√ BÚSQUEDA CONSTANTE DE BIENESTAR y satisfacción de los residentes y usuarios, familiares, trabajadores y trabajadoras y personas voluntarias.
√ RESPETO a los derechos de las personas residentes, a su libertad y capacidad de elección, al fomento de la autonomía personal como base de la atención integral.
√ LOS TRABAJADORES y trabajadoras son protagonistas fundamentales de este proceso. Para ellos y ellas se articula una política laboral basada en el espíritu de equipo, la estabilidad de plantillas y la formación continuada.
√ ATENCIÓN HUMANA Y ESPIRITUAL. La puesta en práctica de actitudes positivas, como respeto, cercanía, empatía y confianza, por el personal del centro, y la programación de actividades religiosas, son dos de los ejes transversales del centro.
Transparencia y ética en nuestras actuaciones y en la gestión de nuestros recursos. Calidad y profesionalidad en la realización de todas nuestras actividades.